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jueves, 30 de agosto de 2018

MI MUNDO



Hoy me he levantado en un mundo que no reconozco. Intento encontrar algo que me resulte familiar y, por más que busco... nada.

Mi mundo no era blanco o negro, tenía miles de matices.
Mi mundo era de personas, no de hombres o mujeres.
Mi mundo era de tomar decisiones y asumir las consecuencias.
Mi mundo tenía cicatrices que nos recordaban sufrimientos pasados que no íbamos a repetir.
Mi mundo era un lugar donde un accidente podía suceder sin culpables.
Mi mundo se podía tocar.
Mi mundo era ese ágora donde las falsedades jamás tenían rango de noticias.

Sigo buscando, miro a través de muchas ventanas y hasta el horizonte me parece finito. 
Estoy descolocado y no creo que pueda llegar a vivir en un lugar que no es mi sitio.

Veo mucha más caridad que solidaridad, y no me gusta.
Veo minusválidos emocionales por doquier, atiborrados a pastillas de falsa seguridad, y no me gusta.
Veo buenas personas pero muy pocas personas buenas, y tampoco me gusta.
Veo héroes muertos que nunca lo fueron.
Veo mediocres vivos que pretenden lo que jamás serán.
Y no me gusta.

Si alguien tiene la culpa de mi situación sólo puedo ser yo mismo, estoy en una dimensión desconocida sin saber cómo he llegado hasta ella.

La opción de regresar al refugio de mis convicciones no es viable si tengo que deambular por aquí.
La opción de convertirme es menos tolerable todavía.

No se trata de ser optimista, realista, pesimista, fuerte o débil, se trata de intentar conservar hielo en el corazón del sol. No acabo de verlo.

Sólo me queda esperar sin saber a qué o a quién, y escuchar voces en mi interior esperando que alguna me diga por dónde.

Mañana me levantaré, de nuevo, en un mundo irreconocible (quizá un poco menos) y pasado mañana lo volveré a hacer y así cada día hasta que ese mundo sea mi mundo. 

Ahora es el momento de tomar la gran decisión: acostarme ya, para despertar cada día en un nuevo mundo que cada día será más mío sin que yo lo desee, o seguir despierto viviendo mis últimas horas añorando lo que fue pero nunca más será.

Se me cierran los ojos...